En la foto: Heather Rochlen | Crédito de la foto: Aaron Yoshino
Heather Rochlen, quien se describe a sí misma como “ama de casa de Jams”, dice que la ropa de Jams World “comienza y termina con el arte”.
“Es un estilo resort, divertido y colorido”, dice Rochlen. “Hay una inteligencia e intensidad extra en el color y las pinceladas que serigrafiamos en nuestra tela, lo que hace que un estampado de Jams sea tan reconocible. … La forma en que presentamos el arte es muy intencional, para que luzca lo mejor posible”.
Jams World es una marca de ropa familiar; abrió su primera tienda en las islas, Surf Line Hawai'i, en 1964. El fundador Dave Rochlen, suegro de Heather, comenzó su línea de ropa para surfistas pidiéndole a su esposa, Keanuenue Ka'eo, que cortara un par de pantalones de pijama para convertirlos en pantalones cortos.
“Así que se nos ocurrió la palabra 'Jams', abreviatura de pijamas”, dice Heather Rochlen. “Y esa es nuestra marca registrada”.
Jams World está dirigido actualmente por el hijo de Dave y marido de Heather, Pua Rochlen, quien continúa con el amor de su padre por seleccionar textiles de todo el mundo y transformarlos en prendas para cualquier ocasión: desde batas de kimono hasta blazers y pantalones cortos Original Jams.
“Hay algo para todos en la colección”, dice Heather Rochlen. “Mantenemos siluetas súper sencillas pero favorecedoras”.
Hay seis tiendas Jams World repartidas por todo el estado: tres en la isla de Hawái, una en Kauai y dos en Oahu, incluida la tienda de fábrica en Kalihi, donde los clientes pueden mirar a través de una ventana hacia la fábrica mientras compran.
“A la gente le encanta poder ver algunas de nuestras obras de arte y colecciones de todos estos años”, afirma Heather Rochlen.
Las ventas minoristas representan alrededor del 50% de las transacciones,
La línea de distribución representa aproximadamente el 35% y la venta al por mayor, el 15%. Jams World cuenta con 44 empleados y, según Heather Rochlen, una tasa de rotación de personal muy baja.
Jams World apoya causas locales como Make-A-Wish Hawaii, el Banco de Alimentos de Hawái, la Sociedad Protectora de Animales de Hawái, la Fundación Legacy Reef y la Cruz Roja Americana. En cada colección, una pieza se dedica a una fundación, y una parte de las ganancias se destina directamente a ellas, afirma Heather Rochlen.